“QR” significa quick response, de tal manera que “código QR” significa “código de respuesta rápida” y su origen se remonta inicialmente al código de barras; así, mediante un lector de códigos que ya actualmente se encuentra instalado en casi todos los dispositivos móviles, al colocar la cámara frente a un código, además de leerlo, nos lleva inmediatamente a un sitio en Internet, un menú, unas instrucciones determinadas, un pase de entrada a algún lugar o bien a un documento informativo determinado. 

Esta idea fue concebida por primera vez en 1994 por la empresa japonesa Denso Wave, subsidiaria de Toyota, con el objetivo de registrar repuestos para la fabricación de autos y después se empezó a usar para muchos y muy variados fines al grado que, en Japón su uso es muy frecuente en muchos servicios y para muchos fines. 

Código QR: su importancia y usos en la actualidad

Los códigos QR son bidimensionales y generalmente de dos colores: blanco y negro, aunque en la actualidad se pueden configurar con otros colores o con imágenes alusivas a aquello que se pretende anunciar o comunicar. Sus antecedentes fueron los códigos de barras de los productos vendibles en las tiendas de autoservicio que permitieron una lectura rápida de los precios de estos cuando antes este se tenía que capturar manualmente, lo que provocaba, además de largas filas, problemas en las articulaciones de los dedos entre los cajeros. Los códigos QR se estandarizaron en 1998 y su estándar internacional (ISO) en el año 2000. 

Algunos de sus usos más comunes han sido en el arte pop, ya sea como lenguaje artístico o como herramienta de trabajo, en el ajedrez para registrar y después mostrar una partida, en el comercio electrónico para permitir pagos con teléfonos inteligentes o dispositivos móviles siempre y cuando se encentren conectados a una red de Internet, para mostrar información sobre piezas artísticas en museos o sitios turísticos y hasta para identificar tumbas, como es el caso de Uruguay desde 2014 en algunos de sus cementerios. 

Los usos son muy variados y seguramente vendrán más, quizá puedan ser usados con fines terapéuticos para descargar instrucciones sobre el historial médico de los pacientes, indicaciones para fisioterapias o para enlistar y verificar medicinas, dosis y tiempos de administración. También pueden tener un uso en mascotas para brindar información cuando se llegaran a extraviar o lo mismo para personas con demencia o problemas como Alzheimer o enfermedades que pueden ocasionar una pérdida súbita de la conciencia o desorientación espacio-temporal para que puedan recordar dónde y con quién viven y tengan forma de contactarlos o bien alguien más lo haga por ellos, o hasta en el transporte público a modo de “boletaje”, entrada a eventos de entretenimiento, etc.

No cabe duda de que el avance de la tecnología se da siempre de forma acelerada, algunas veces con grandes beneficios y otras con enormes rezagos éticos y antropológicos, pero en un mundo marcadamente cambiante, desarrollar herramientas que permitan eficientizar procesos y cuidar el medio ambiente, además de evitar contagios, los códigos QR son una herramienta que hay que reconocer, aplaudir y usar en beneficio de todos.